MÁS ALLÁ DEL BOSQUE
Ahí en lo profundo del bosque, existe un pueblo alejado de la
sociedad, en donde los habitantes viven armoniosamente.
En este pueblo existe un desinterés total, por lo que exista más
allá.
Para ellos no era necesario interrumpir la paz que existe,
por simplemente aventurarse a un lugar del que no tienen conocimiento.
Las casas de este pueblo son muy rudimentarias, construidas
con la mano del hombre a base de materiales que la naturaleza misma provee. El
lugar no tiene nombre.
La gente que habita aquí es muy sencilla, sin conocimiento
siquiera sobre vicios ni malos valores. Sin embargo si sienten miedo.
Un miedo, por el cual han decidido no adentrarse en el
bosque.
Como ya les había dicho, no querían interrumpir la paz del
pueblo.
Ahora bien, algo que ningún lugar en todo el mundo, puede lograr,
es una equidad de pensamiento, y a pesar de que la mayoría de los habitantes pensaban
igual en este aspecto, ósea en el de no salir al bosque, existía alguien que no
podía ocultar el interés por conocer más allá del bosque.
Robert, chico de 20 años, aventurero, ansioso por conocer lo más
posible, deseoso de salir del pueblo.
Aunque su deseo era tan notorio, la gente de aquí ni siquiera
percibió este interés de Robert.
Fue a los ancianos del pueblo, a quien decidió contarle su
secreto y pedir consejo.
Siendo ellos los que tenían más tiempo de vida, y sabiendo la
que razón por la que nunca han salido del lugar, le aconsejaron a Robert no
salir del pueblo. La razón, era que atravesando el bosque exista el monstruo más
aterrador que existe, capaz de destruir todo lo que se le atraviese en el
camino, al cual tenían un temor bien justificado.
El chico jamás había visto a ese monstruo del que tanto
hablaban los ancianos, así que creer en tal ser, le parecía irracional, sin
embargo de existir, él quería presenciarlo de frente y no por leyendas.
No pudiendo apagar los ánimos del joven, los ancianos exigieron
que no se revelara la ubicación del pueblo al monstruo.
Fueron muy estrictos, con los cuidados que Robert debía tener
si quería siquiera salir. Lo instruyeron en todo aspecto.
“Se decía que los ancianos, eran quienes trajeron la gente al
pueblo, entrando por el bosque, huyendo de ese monstruo, encontraron el lugar,
y se establecieron hasta la actualidad”
Toda la gente e incluso Robert, sabía que palabra de anciano
estaba llena de sabiduría, así que estaba dispuesto a seguir sus
recomendaciones para que todo salga de la mejor manera.
Después de tres días de ser instruido por los ancianos, por fin
llego el día. La gente se reunió a despedir a este joven.
Como antes mencionado, la gente es muy unida, y le desearon
lo mejor a Robert.
Fue un día soleado, Robert se despidió de sus padres y
hermanos y emprendió su viaje.
El vivir en medio del bosque, había generado un amor por la
naturaleza, no solo en Robert si no en todos los pueblerinos.
Y al entrar al bosque, pudo percibir, varias cosas que lo dejaron
encantado, el cantar de las aves, el olor de las flores, en fin se sintió maravillado
por tantas cosas que estaban a su alrededor.
Esto hizo que no
sintiera el espacio que había recorrido, y solo despertó, cuando seso el
hermoso sonido de los pájaros, el olor a flores había desaparecido, la fauna se
esfumo, casi por completo, e incluso pudo percibir el fétido olor de un caballo
que había muerto.
Fue entonces, se acordó de las palabras de los ancianos, pensó
en ese monstruo, por lo cual tuvo un gran temor.
Es que era como que los ancianos le estuvieran hablando al oído,
pues todo lo que ellos dijeron que podía hacer el monstruo, él pudo verlo.
E incluso podía escuchar a lo lejos el rugido, de la bestia.
A pesar del temor que recorría se cuerpo, el deseo de ver al
monstruo fue más fuerte, y lo empujó hacia donde estaba.
Entonces, lo vio.
A pesar de que los ancianos, no le habían dado características
físicas de ese ser sobrenatural, él sabía que lo estaba viendo, pues todo lo
que estaba a su alrededor él lo destruía.
El vio sus patas redondas, que se desplazaban en el piso sin
siquiera levantarlas, una especie de brazos unidos entre sí por una especie de cucharon,
y en el vientre unos dientes que arrancaban la vegetación del suelo.
Estaba tan concentrado, en el monstruo que no se percató, de
alguien que se dirigía hacia esta cosa horrorosa.
El quiso gritar, para ayudarlo, pero el temor a ser visto, le
apagaba el habla, y lo inmovilizó por completo.
Sin embargo al ver que esta persona desconocida se acercaba más
y más, se llenó de valor e intento correr.
Fue entonces, que al momento que iba a empezar su carrera por
alcanzar salvar una vida, que sintió como el monstruo se calmaba.
Fue algo muy raro, y lo que más le extraño, fue que del
monstruo salió otra persona, que parecía conocer a la que estaba fuera.
Eso le hizo pensar que estaba en peligro, así que huyo de ahí
lo más pronto posible.
Alcanzando una gran distancia, cayo exhausto, y se desmayó.
Fue al despertar, que se encontró en un lugar muy raro. Al parecer
era una casa, solo que muy diferentes a las que estaba acostumbrado.
Era muy agradable a la vista, de muchos colores, y con muchos
adornos por todos lados.
Parecía estar deshabitada, hasta que un hombre lo saludó.
Este hombre estaba muy curioso por la manera de vestir de
Robert, adema deseaba saber por qué se veía tan asustado y la razón por la que
lo encontró desmayado.
Robert mantuvo silencio, aun asustado no quería hablar.
El hombre, fue tan amable que logro ganarse su confianza, y entonces
habló.
Este hombre parecía confiable, así que Robert estaba
dispuesto a contarle las razones por las que estaba ahí. Hablo de su pueblo, de
su gente, de tantas cosas de las que el sabia, y también, de lo extrañado que
se sentía de estar fuera de ahí, en un lugar extraño.
Este hombre, escuchaba todo lo que decía este joven, sin embargo,
no podía evitar mostrar su curiosidad por lo que tanto hablaba. Le parecía tan
extraño que este pueblo siquiera existiera.
A pesar de todo, Robert siguió hablando, hasta que pudo percibir
un rostro de interés por parte de este hombre extraño. Fue cuando menciono el
nombre de uno de los ancianos del pueblo, “Felipe José Córdova”.
El hombre interrumpió a Robert, y repitió una y otra vez el
nombre de este anciano, y extrañado de escucharlo, como si lo recordara de algún
lugar.
Entonces abrió un libro, y su cara de asombro fue tal, que
entro en silencio, y miraba a Robert.
El joven asustado, no sabía cómo reaccionar ante esto.
El hombre entonces le conto una historia…
“se trataba de un
alcalde, que intentó que su ciudad, dejara a un lado la tecnología, industrialización,
de tantos avances científicos, que no hacían nada más que causar destrucción por
doquier, sus intentos fueron en vano, y un día hizo una declaración, se retiraría
de la alcaldía, y se marcharía de la ciudad en busca de su sueño, fu entonces
que una noche desapareció, pero además mucha gente de la ciudad, estos eran
seguidores de sus ideales, sin embargo no todos fueron muchos se quedaron en la
ciudad, y hasta ese día nunca se había sabido del paradero de este exalcalde”
Robert no sabía muchos términos que el hombre usaba, pero
fueron explicados.
Al parecer estaba más que dicho quién era este alcalde
misterioso, pero fue hasta que el hombre menciono su nombre que Robert, logro
entender todo lo que los ancianos querían decir.
Este joven al salir, de esta casa se despidió, no sin antes
preguntar el nombre de quien lo había ayudado, al parecer se llamaba Gregorio,
y le pidió que guardara su secreto.
Robert, pudo percibir que el aire de su alrededor estaba muy
contaminado, y fue solo que gracias a una mascarilla que el hombre le proveyó
que pudo soportarlo.
Fue guiado por Gregorio hasta el lugar en donde lo encontró,
y a pesar de que le insistió que le dijera la ubicación del pueblo, Robert prefirió
seguir el consejo de los ancianos.
Fue entonces que se despidió de Gregorio, y dando las gracias
por su ayuda que emprendió el camino de vuelta.
Mientras caminaba, miraba hacia atrás, para ver hasta donde
lograba percibir la figura de Gregorio.
En fin, después de un largo camino y exhausto, llego al
pueblo, en donde llego de improviso, en donde fue recibido por gente asombrada
de verlo, y de su familia que lo recibió con alegría.
Los rumores de su llegada recorrieron el pueblo, y los
ancianos decidieron hacerle una visita.
Al llegar fue como una conversación sin palabras, sus gestos
hablaban por sí mismos, al parecer todos en es cuarto sabían la verdad de lo
que había cruzando ese bosque.
Sin embargo, mientras se desarrollaba este encuentro entre
los ancianos y Robert, que los pueblerinos se alborotaron queriendo salir todos
del pueblo. Causado por la llegada de un ileso Robert.
Para solucionar este problema, el recién llegado tenía las
palabras correctas, fueron estas…
“¿quieren salir del bosque?
Pues bien háganlo,
Y encuentren la peor pesadilla de sus vidas.
Que ¿por qué no estoy muerto?
Talvez sea un capricho de la vida que me dio una segunda
oportunidad.
Pude morir, pero tuve suerte.
El monstruo existe, y lo vi con mis propios ojos.
Tengan calma no sabe dónde estamos.”
Terminando de hablar, se dirigió hacia su casa y el anciano
antes mencionado “Felipe José Córdova” lo siguió.
Sabía que la verdad fue revelada en esos exteriores, sin
embargo quería asegurarse.
El que este anciano, lo siguiera despertó en Robert una curiosidad
más, el porqué de la decisión tomada por Felipe.
A pesar de que Gregorio le había explicado mucho, fue con las
palabras de Felipe que logro entender la magnitud del problema por el cual este
anciano había decidió abandonar la civilización, para adentrarse en un bosque deshabitado.
El anciano se despidió, dejando en shock a un joven que
apenas empezaba a conocer, un inexperto.
Esa noche Robert se suicidó.
FIN
POR: JHONTAN CABRERA
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