AMOR SIN FRONTERAS
Era una mañana
soleada, un típico día de esos en los que todos se van de paseo… Una chica se
despertó pensando que iba a tener un gran día de playa con sus amigos; eso era
lo que ella esperaba, ya que había tenido una discusión con su novio, por la
razón de que él no podía ir al viaje y ella había invitado a un amigo al cual
lo quería como un primo. Lo que ella no sabía era que ese pequeño problema iba
a herir tanto a su pareja.
Camila como se
llamaba la chica, estaba triste, pero tenía una pizca de esperanza; arregló su
mochila y le dejó un mensaje a Federico su novio, diciéndole que ya se tenía
que ir y que iba a llevar su celular; claro ella lo hizo con la intención de
que él la llamara…
El tiempo pasaba
y se hacían ya las diez de la mañana, en vista de que no respondía decidió
irse. Fue donde su amiga para así reunirse con los demás y emprender el viaje; en
todo el camino la chica pensó… ¿Cómo estará?... ¿Qué estará haciendo?... ¿Me
extrañará?... no hacía más que pensar en él.
Al llegar a la
playa, encontraron una cabaña, la cual alquilaron para dejar las cosas y pasar
el día. Camila estaba ida, desesperada, se sentía rara al ver que sus amigas
estaban con su pareja compartiendo un momento maravilloso y ella, bueno, ella
la pasaba con su amigo, claro que no la pasaba mal , pero deseaba tanto pasar
ese lindo momento con su pareja. Todo el día pasaron jugando y bañándose, pero
Camila a pesar de tener una sonrisa en el rostro, se sentía muy mal,
pensaba tanto en él, en el problema que
había ocasionado aquel viaje y en el problema que iba a tener al llegar a casa.
Al caer la tarde
todos decidieron enrumbarse en el viaje de regreso a casa, ella sólo pensaba en
que iba a suceder…
Llegó a casa y
lo primero que hizo fue llamarlo mas no le contestó, le entró una angustia en
el pecho, no sabía que hacer… Después de unas horas por fin llamó, mantuvieron
una plática, pero fue extraño, él sonaba diferente, hablaba dolido, como si no
le importaba nada… solo saber cómo le fue, hablaba de una manera sarcástica y a
ella le dolía eso; fueron muchas las veces en que Camila derramó lágrimas… Se
sentía de lo peor, lamentaba tanto haber ido a ese viaje…
Luego de unos
minutos hicieron una video llamada, fue tan duro para ella verlo así, tan frio,
tan cortante, tan dolido y cabizbajo.
Hablaron por un
buen rato, hasta que él no aguantó más y le dijo que ya no sabía si la relación
era seria, que ya no sabía si lo respetaba… Él simplemente dijo que ya no
quería hablar más.
Ella al escuchar
todo esto rompió en llanto y colgó la llamada, nunca en la vida había llorado
así, era como una niña tirada en la cama queriendo a su mamá, era como si le
hubieran quitado una parte de sí, era... Como si la hubieran apuñalado en el
corazón.
Luego de un
momento llorando ella escribió: Federico, ¿me vas a dejar?...
Todo quedó en
silencio y de repente una llamada… Era él, entonces Camila contestó y Federico
dijo: ¡Jamás! ¡Jamás te dejaré!
Al haber
escuchado esa palabra, ella rompió en llanto de nuevo, aquel miedo que tenía se
había ido, ese miedo que ella sentía se había acabado, en aquel momento en que
él dijo ¡Jamás! ¡Jamás te dejaré!
Pero aún faltaba
algo, algo que ninguno de los dos se atrevían a decir en ese momento; así
pasaron los días y ellos seguían tratándose fríamente. Quizá pensaron que ya no
iba a ser lo mismo o tal vez decidieron darse un tiempo. Camila, cada día que
pasaba pensaba en como acercarse, en cómo llamar su atención; era tal la
situación que se le ocurrió aparecerse en la casa de él, pero no sabía cómo
hacerlo. Sus padres se enterarían y tendría otro problema.
Todos los días
se levantaba a las seis de la mañana a realizar un plan, pero con ninguna idea
se complacía quería hacer algo perfecto, algo con lo que demostraría que jamás
iba a volver a cometer ese error. Lo amaba…lo amaba demasiado esa era la única
razón por la cual se levantaba cada día a idear un plan…, Hasta que lo
consiguió.
Llegó un sábado
2 de marzo, eran las 2 de la madrugada Camila se deslizó de su cama, en
puntillas se arregló y salió sigilosamente de su casa mientras todos dormían.
Decidió caminar hasta las casa de él, correr el riesgo de andar sola por las
calles cantando aquella canción que Federico le dedicó y que le cantaba todas
la veces desde que habían comenzado su relación. Iba a la mitad del camino y se
encontró en un callejón muy oscuro, en su mente solo estaba ¡Tengo que verlo!
¡Tengo que verlo! ¡Tengo que verlo! Así lo repitió varias veces hasta pasar el
callejón, el corazón le latía a mil por
hora, ella sólo quería llegar a casa de su amado…
¡Llegué!
Exclamó… Sacó su celular y lo llamó, al contestar Federico, ella sólo le dijo:
“Sale que estoy afuera de tu casa” y cortó.
Se escuchaba a
lo lejos que venía desesperado a abrir la puerta… Y allí estaba, tan bello, con
su pijama, adormitado, pero conmocionado ya que nunca pensó que ella iba a
hacer algo parecido… Ella se acercó, le tocó el rostro y con lágrimas en los
ojos le dijo: Amor, sé que no esperabas que hiciera esto, pero aquí estoy por
ti y solo por ti, en mi vida había hecho algo así; pero Te Amo y necesitaba que
lo comprendieras, sé que me diste a entender que con pedir disculpas no se
arregla nada, aun así te pido Perdón porque yo sé que hablamos sobre aquel
viaje, que te sentiste traicionado, y que pensaste que no respeté nuestra
relación, más aun así dijiste que Jamás me abandonarías. Aquí estoy en esta
noche estrellada a la luz de la luna parada delante de ti, diciéndote que eres
la primera y la última persona con la que quiero estar, porque me has
demostrado que a pesar de mis fallas tu siempre vas a estar ahí, consolándome y
aconsejándome porque de eso se trata el amor, de estar con la persona que amas
en las buenas y en las malas brindándole esa confianza, haciéndola entender lo
que ha hecho bien y lo que ha hecho mal, estando para aquella persona en todo
momento y sobretodo amándola incondicionalmente con sonrisas, caricias,
abrazos, besos”
Él la tomó de
sus brazos y mirándola a los ojos le dijo: “Te Amo”….
Luego de esto la
besó y tomando su mano la llevó a su cuarto para que pudieran pasar la noche
ahí… Él contemplaba la belleza de Camila mientras se iba durmiendo, y en el lapso que esto sucedía en un suspiro Federico
dijo: AMOR….
Autor: Tiffany García Correa
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